Un empate, otra batalla.

El Capitán Tiburón tiene algo para decir: Con uds, LA COLUMNA DE PABLITO.

Pese a que ayer Confesore (periodista climatológico de canal 13) marcó una temperatura por debajo de un grado, los diez gladiadores del Cilindro de Virrey Ceballos ardieron en fútbol y entrega. En la previa, otra vez los Tiburones demostraron porque son un equipo consolidado, sin grietas y con raza de campeón, dos de sus jugadores, dos pilares del campo de juego, viajaron cientos de kilómetros para estar en la cancha y dejarlo todo: gracias Fede Pascale por venir desde Concordia para esta final y gracias Pulpo Guzman por volver a las tierras viceadas porteñas, dejando el amor de lado, solo por la camiseta. En cambio las Mojarras tuvieron que recurrir a último momento, a ex suplentes tiburcios y a fieles amigos, para poder salvar un barco que se les hundía solo, casi llegando a la suspensión del partido y perder el campeonato regalando los puntos (¿a donde están los grandes Jose Joset cuando la camiseta lo necesita?, ¿y el Margaro ahora es el médico de Lost en tierras Jujeñas?).

Pasemos al partido ya que otro titán, otra bestia asesina dijo ACA ESTOY para los tiburones y permitió que estuvieran al frente durante casi todo el partido, nos ponemos de pie: el señor MARO MAROLLA. Tantos partidos los insultamos por tener los ojos achinados, emanar eructos vinícolas, comerse el balón a pasos de la meta… pero el señor, cuando los colores jamaiquinos lo necesitaban, se puso el equipo al hombro, con destellos de habilidad que hacen recordar a un Juan Roman Riquelme, sereno, maduro, repartiendo fútbol y haciendo goles. Gracias Maro querido, gracias. A su lado, otro nuevo integrante Tiburcio (los boliches de buenos aires dan garantía) el genial Santi Saracca, que con apariciones mágicas durante la primera mitad del partido, fue la dupla perfecta junto a Marolla.

Si bien con esta delantera, con el muro Croci-Pascale que cada vez se afirma mas y pone mas huevos y llegada y con un Pulpo Guzman que cada vez deja mas de lado sus inseguridades y se hace GIGANTE en el arco, parecía que los Tiburones tenían sellada una victoria y el título en sus manos. Sin embargo, y pese a que tampoco ni Fredy (hacelo, querido, hacelooo) ni el Negro Zabala estaban en su mejor tarde, apareció, OTRO GRANDE de este duelo histórico, y que quedará en guardado en los anaqueles de las figuras del deporte en el recuerdo: el señor SEBA “PUMA LOCO” ROMERO. Este animal guerriquense, ya llegó al estadio tarde y con nuevo look, lo que hizo pensar a todos que algo tenía entre manos y así fue. Tenía la magia, la entrega, los huevos y los goles que el equipo Mojarra necesitaba para no perder definitivamente esta historia. Sebastián Romero, gracias por tanto fútbol. Tampoco hay que olvidarse que estuvo el Rafa Guzman mas iluminado por Bob Marley que nunca, casi diriamos, que al contrario que Harry Saenz, sintió mas la camiseta rojinegra, que la jamaquina, en la historia de estos duelos. Un pilar para lograr el empate.

Seguramente, los mal hablados, o los que solo hablan y erran goles infantiles, volverán con el fantasma de la Benjadependecia. Este periodista afirmó pocos partidos atrás, que así era, que eramos Bejadependientes y que era hermoso depender de una maravillatucudona dorada y loca. Pero después de la batalla de ayer, los tiburones demostraron que no dependen de nadie, solo de su garra y amor a la camiseta, y que la victoria sin Benja está a su alcance, en sus pies, en su camino.

¿Se coronarán los Tibus el próximo sábado con el regreso de los grandes Saenz y Rubiano (tras merecido descanso)?, ¿o seguirá el Puma Romero cual Oliver Atom luchando con el equipo Japones logrando dar vuelta una historia que parece imposible de revertir?... Diez negrulis (diría Checho), Diez transformers de las aguafuertes porteñas, revelarán, sábado a sábado, esta mágica historia.

P DE PANTRO.

Tiburón o Muerte. Venceremos!